(Fragmentos de la obra de teatro “IMAGEN DE DIOS”)
Ésta noche soñé que me moría, mientras recibía tu visita, como lilith con sus cabellos envolviéndose entre mis mortajas, escondida en mis sábanas blancas, elevándome en sus alas de bronce como lo hacías tú aquellos días de baños en tus ojos.
Embriagado estuve en la visita tuya, figura hecha súcubo, seductora mujer que envenenó mis miedos haciéndome caer a la puerta del averno; compartiendo lunas oscuras y sintiendo el olor de fuego fatuos perpetuos.
Ésta noche soñé que me moría, luego de recibir en mi inconciencia el perfume de tus manos frías, Lilith encarnada en mis desesperaciones que huyeron a tu presencia, dejándome en el silencio cantando al destino que desquebraja mis pesadillas.
Viendo el rostro de tu indiferencia cerré los ojos a la vida, pues soñé que me moría mientras despreciaba el rostro de la imagen cautivadora de una figura de mujer.
Ésta noche callé mi desesperación, pues al caer en las manos de plata vieron que la obra de Dios sea uno mismo; derritiéndose mis desesperaciones en tus dedos y los labios que ofrecieron manzanas prohibidas.
Ésta noche soñé que me moría, y en mis lamentos encontré tu nombre, hija de lunas perdidas: Abrael, Lilim, diosa caída a la penumbra, diosa que sangra en mi ser, diosa que ésta noche me deja caer a los brazos de la muerte.
Adrián Domínguez Chávez "SOTTOOMBRA"
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