jueves, 4 de noviembre de 2010



El cielo estrellado contempla mis pesares

y aquellos escritos

en papel sobre mojado, aquellos

quemados

con el fuego extinto de mi fe;



llenan el llanto que corroe

la tinta de mis venas

rajando el fino cristal

que llevo en un pecho vacío…



ya no hay amor,

ya no hay odio;



el cristal se endureció

en el vértice de una boca

que mordió mis miedos

y se perdió en el lejano laberinto

de una mirada fija

que detuvo su camino.

………

El cielo oculta sus estrellas,

La lluvia lava mi alma

Y a la esperanza

La cojo de los dedos

Para iniciar el camino

Que el caminante quiso olvidar.

Adrián Domínguez Chávez "SOTTOOMBRA"

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