Viene sigilosa entre mis sábanas
Para confundirme con el brillo de sus caderas
y acurrucarme con el sonido de sus alas;
me lleva en sueños a praderas verdes, muy verdes;
mientras contemplo a las estrellas
que se pierden en sus ojos,
en la profundidad de ésos ojos benditos,
encendidos con fuego de eros;
y me tienta beber del cáliz de su boca.
Ella es el vino que moja mi pasión
y embriaga mi deseo de volar
a otro lugar, otro mundo, otro universo
donde solo y solamente existamos los dos
y nuestra pasión;
sin manzanas o serpientes que tentar,
solamente nuestros cuerpos desnudos
en el edén, guardián de un beso suyo.
Ella es el verso de un poema
que nace del papel mojado
con tinta hecha de sangre,
de lluvia, de vino, de llanto,
de sudor derramado por mi frente,
de saliva que se mezcla en un beso
y de lluvia que moja mi cama.
Ella es simplemente…
mi amante.
Adrián Domínguez Chávez "SOTTOOMBRA"
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