Entre tantos trabajos que he tenido, ahora me ha tocado uno que…aunque no es lo que yo esperaba, me da los frijoles para mí y para mi familia; tengo que caminar todos los días localizando a personas que no cumplen con sus responsabilidades crediticias, es decir, gente morosa. Es verdad, no me puedo quejar, ahora puedo decir que conozco muy bien el distrito de chilca arriba y abajo, mucho más que los habitantes de dicho lugar y ahora estoy conociendo mucho mejor Huancayo.
En éste trabajo me he topado con cada tipo de gente, personas que son honestas, pero han perdido la posibilidad de surgir y ya no tienen la posibilidad de asumir su responsabilidad, también me he topado con personas demasiado…mmm como podría decirlo…”conchudas”… que se prestan de uno y otro banco sin pensar siquiera en pagar; pero en ello también se puede encontrar responsabilidad de las entidades financieras que contratan ineptos y corruptos como analistas de crédito que no cumplen su función.
Pero se preguntarán por qué es que estoy escribiendo todo esto, se los explicaré: la función de un analistas de crédito es el de verificar los datos del cliente, verificar su domicilio, su condición económica y si cuenta con las garantías suficientes o con los medios suficientes para cumplir con las obligaciones originarias del crédito que solicita; no conozco a ciencia cierta las políticas de las entidades financieras pero no creo que consistan en soltar dinero así por así a todo aquel que lo solicite pero es extraño los casos que he podido encontrar; para ejemplo, una vez fui en busca de un cliente (deudor moroso) y la dirección que había consignado era la de una vieja capilla ya abandonada; o por ejemplo el típico “ya hace como dos años que no vive aquí, era el ex inquilino” o peor aún “ése imbécil de m… si lo quieres localizar lo puedes buscar en el pabellón B del Penal de Huamancaca”; a estos casos me pregunto ¿cumplen realmente con su labor los famosos señores analistas? ¿Sucederán estas cosas por desidia o por el famoso “te apruebo un crédito de 15000, 2000 para ti y 13000 para mi”?. En fin, eran anécdotas pero que no les tomaba mucha importancia hasta que un día normal de trabajo como cualquier otro, entré a un restaurante a entregar una notificación y al levantar la mirada vi en el mostrador a un gran amigo mío, “otro más” dijo, “déjamelo, lo voy a poner junto a los otros y se lo entregaré al dueño”, resulta que dicha notificación era para un inquilino anterior, él me contó que siempre le llegan notificaciones de diversos bancos, de tiendas de electrodomésticos y de supermercados y no sólo a nombre de dicho ex inquilino, sino también a nombre de ex inquilinas.
Una semana después, pasé por el mismo lugar y en la pared del restaurante de mi amigo leí unos avisos pegados que decían “analizado para embargo por morosa señora … paga tu deuda”; pero…en dicho lugar no se encuentra ninguna “SEÑORA”; esto, claro que trae perjuicios para mi querido amigo, primero que le malogran la pared, le espantan a los clientes y quien sabe y tratan de quitarle todas las cosas de su restaurante por una deuda en la que él no tiene ningún mono pintado; leí una notificación que él tenía en la que ordenaban el pago inmediato de la deuda, pero la deuda ya no era con el banco si no con una empresa que la había comprado, ¿qué hacer ante ésta situación?, ¿cómo poder reaccionar a las trampas crediticias?, ¿cómo librarnos de deudas ajenas? Y a ello lo complemento con aquel informe noticioso sobre la famosa “CUOTA MÍNIMA”, pero ése es otro tema.
Ahora empieza una pequeña tarea, analizar mejor el sistema crediticio y ver qué solución se le puede dar, si tienes la respuesta no te la quedes…
Adrián Domínguez Chávez "SOTTOOMBRA"
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