Hace unos días vi OLÉ, EL VIAJE DE FERDINAND; claro, estoy pasando unos días maravillosos a lado de mis hijas por lo que he dejado de ver las películas que normalmente veo para ver únicamente dibujos animados y me alegro por ello.
Como la mayoría de dibujos animados, Ferdinand busca transmitir un mensaje positivo para los niños. Basada en el cuento de Munro Leaf, publicada en 1936 cuyo contenido pacifista hizo que fuese prohibido por Rodrigo Franco y por la Alemania nazi; fue lleva a la pantalla grande por primera vez como corto animado de Disney en 1938, siendo galardonado con un Osccar.
Llega a la pantalla grande nuevamente, bajo la dirección de Carlos Saldanha, responsable de otras grandes entregas animadas como Río y La Era de Hielo.
Olé muestra a un animal imponente, fuerte, grande y rudo de apariencia; pero que en realidad es sensible, cariñoso y amigable, quien prefiere apartarse de los roles predestinados a los de su especie, que es el de un animal bravo, peligroso y asesino (que siempre termina ser torturado y asesinado) en su lucha inacabable en una plaza de toros para el deleite de un público violento; en el caso de Ferdinand no sucede eso, prefiere pasar el tiempo oliendo flores, no le interesa se el más bravo de los toros, desde ternero, prefiere cuidar y oler flores, lo que hace que sea atacado por los demás terneros.
Su valentía (lo que no significa ser violento ni estar en constante lucha) hace que se gana el aprecio y admiración de todos.
Desarrollada en un ambiente español, donde la costumbre de las corridas está muy arraigada en su cultura, trata de romper esquemas; personajes divertidos que contrastan entre sí, situaciones jocosas y tiernas por momentos, hacen de Olé un buen dibujo animado, tal vez no el mejor pero si de un trabajo muy loable.
Aquí les comparto al Ferdinand de 1938.
Adrián Domínguez Chávez "SOTTOOMBRA"
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