He querido escribir este poema de
apócrifos versos
sobre el anverso desgastado de mi
piel;
escribir, con la pluma bañada en mi
sangre
y enjuagada con lágrimas derramadas
en el lienzo donde se pinta mi
historia.
He querido escribir una nueva melodía
con el canto silencioso de mi voz,
viajando, vagabundo entre las estepas
solitarias, hasta reposar en mi mente;
una mente marchita y podrida, llena de
fuego y cal
pero que aún guarda la esperanza de
encontrar
un poco de luz entre las sombras de
mis árboles,
un poco de luz escondida en sotoombra.
He querido montar la gran obra de la
vida
en el rincón más sucio y hediondo
de un puente que debe vidas y cuenta
historias,
pero me detienen sus miedos
interrumpiendo así el final de mi
última función
y rompiendo las tablas
desgastadas de mi teatro.
He querido rasgar una guitarra de
estruendosa Melodía,
pero se apaga en ésos ojos que me
miran
fijamente y sin detenerse
como queriendo devorar mis
pensamientos;
pensamientos de amor y odio:
manteniéndome aturdido;
pensamientos de esperanza y
sufrimiento,
pensamientos, viviendo del recuerdo
de cuando no encontré lo que busqué;
pero que no se pierden y luchan
por mantener firme la decisión
de seguir hasta el final.
He querido escribir este poema de
apócrifos versos
sobre las llagas insanas de mi costado,
escribir un verso sencillo,
un verso no nacido
porque yo
NO SOY POETA.
Adrián Domínguez Chávez "SOTTOOMBRA"